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La Unión Europea ha marcado como objetivo en 2050 el consumo energético nulo, puesto que los edificios son los responsables de un 40% del consumo energético y del 36% de las emisiones de Co2 en Europa.

Con este objetivo en mente salió el 1 de enero de 2020 la nueva Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD), que obliga a que las nuevas edificaciones sean de consumo casi nulo.

Placas solares como solución

La nueva normativa eleva a primer lugar las placas solares como solución para reducir el consumo en los edificios de nueva construcción, sobre todo en España, donde la energía solar es una de las principales fuentes de energía renovable.

¿Es obligatorio tener placas solares en las nuevas viviendas?

Aunque sea la solución lógica, no necesariamente tenemos que instalar placas solares en nuestra nueva casa, siempre y cuando el consumo sea prácticamente nulo. Esto lo podemos conseguir también con placas fotovoltaicas.

Para facilitar la incorporación de estas soluciones se han establecido menos impuestos y carga burocrática. Además tienes la opción de vender la energía sobrante a la red, a cambio en la factura se reducirá el importe equivalente a la cantidad aportada.

Sin embargo el consumo de agua en los edificios con placas solares puede llegar a ser un problema si están situadas alejadas de la vivienda. El agua fría que se desperdicia hasta que el agua caliente alcanza la vivienda puede ser demasiado.

Por ello existen soluciones que ayudan a que este agua no se desperdicie. La tecnología WAISENSE provoca que este agua fría vuelva al sistema de circulación de agua, de manera que cuando el agua llega caliente te avisa y puedes usarla en ese mismo momento sin hacer un gasto de agua extra.

Otra ventaja de este tipo de soluciones es que el consumo energético es muy bajo, de manera que el agua ahorrada es mayor que el consumo que se produce. Además ayuda a la obtención de certificados sostenibles como BREEAM, LEED y VERDE, añadiendo más valor a tu vivienda.